La ginecología es una especialidad médica que se dedica a resolver problemas relacionados con el aparato genital femenino. Asiste a la paciente en lo relativo a anticoncepción, trastornos hormonales (menstruación o menopausia), enfermedades de las mamas, enfermedades de órganos internos como el útero, los ovarios y las trompas de Falopio, y enfermedades de los genitales externos.
La ginecología es una de las especialidades médicas de mayor demanda, ya que gracias a las revisiones anuales es posible evitar o reducir enfermedades como el cáncer de cuello uterino.
La primera visita al ginecólogo se recomienda al aparecer la primera regla o con el inicio de relaciones sexuales; en ningún caso después de los 25 años. El objetivo de esas visitas es evitar enfermedades y ayudar a la paciente para que pueda gestionar adecuadamente su vida sexual y su fertilidad.
La visita de revisión ginecológica rutinaria lleva una parte de cuestionario, con respuestas que se registran en la historia médica, una exploración manual (tacto vaginal), una exploración colposcópica, una exploración histeroscópica y toma de muestra del cuello uterino para evaluación citológica (Papanicolau) y eventualmente una exploración ecográfica transvaginal. En ocasiones el especialista puede solicitar una analítica.
La ginecología funcional se focaliza en el diagnóstico y tratamiento de trastornos relacionados con el aparato genital femenino. Algunos temas de ginecología funcional: pubertad precoz, pubertad tardía, trastornos menstruales, dismenorrea (regla dolorosa) y alteraciones del desarrollo mamario.
Un trastorno funcional femenino bastante común (entre el 8 y el 27% según la OMS) en mujeres en los extremos de la vida reproductiva (adolescencia y perimenopausia) es el sangrado menstrual abundante. Se trata de una pérdida excesiva de sangre que requiere de un cambio frecuente de compresa durante hasta más de 7 días. Afortunadamente, este trastorno tiene solución médica.
La ginecología funcional incluye también procedimientos quirúrgicos, los cuales, en las técnicas mas modernas, recurren a tecnologías mínimamente invasivas.
En la cirugía laparoscópica se usan incisiones pequeñas para introducir un instrumento delgado dotado de cámaras e iluminación). Estas técnicas reducen los efectos secundarios de la cirugía (edema, dolor, hinchazón, malestar y mayores cicatrices) y reducen el tiempo de recuperación. Algunas cirugías realizadas por laparoscopia: histerectomía, conservación de ovarios, trompas y miomectomía.
Con la cirugía histeroscópica (histeroscopia quirúrgica) se interviene, con un pequeño equipo dotado de cámara e iluminación, desde la cavidad vaginal hasta llegar a la cavidad uterina. Se aplica sedación a anestesia local. Intervenciones histeroscópicas: extirpación de pólipos, extirpación de miomas, resección de septos uterinos (malformaciones congénitas), liberación de adherencias, ablación o reducción endometrial y estudios de infertilidad.
Para corregir quirúrgicamente los prolapsos (descensos) de vagina, recto, vejiga o de útero se recurre habitualmente a la colocación de mayas sujetadoras sintéticas, bien sea por vía vaginal o por laparoscopia.
Cuando los ejercicios de Kegel son insuficientes, el ginecólogo puede ofrecer solución quirúrgica mínimamente invasiva a problemas de incontinencia urinaria.
Las alteraciones naturales de los genitales femeninos que ocurren con la edad llegan a ocasionar pérdidas de la capacidad de obtener satisfacción sexual y hasta pérdida de autoestima. Afortunadamente, mediante tratamientos de medicina estética genital conseguimos un rejuvenecimiento de la zona. El tratamiento de bioplastia consiste en infiltrar materiales biocompatibles como el ácido hialurónico, el plasma rico en plaquetas (PRP) o la grasa autóloga; estos materiales tienen un efecto revitalizador de los tejidos. Por otro lado, el biomodelado consiste en implantar rellenos mediante un procedimiento mínimamente invasivo. Entre los problemas que ayuda a resolver la ginecología estética están: laxitud o amplitud vaginal, cicatrices, moldeado del periné, redefinición del punto G, redefinición del clítoris, labioplastias (mayores o menores) y lipoaspiración del monte de Venus.
El láser es una tecnología que consiste en concentrar en un haz muy delgado de luz una gran cantidad de energía. Esa energía, bajo control del cirujano, puede utilizarse para cortar tejidos sin con ello afectar demasiado a los tejidos circundantes. En ginecología funcional o estética se utiliza el láser para tratamiento no quirúrgico de una lista larga de procedimientos como rejuvenecimiento vaginal, tensado vaginal, himenoplastia, tratamiento de sequedad vaginal, cicatrices, moldeado de periné, labioplastias y lipoaspiración del monte de Venus.
Centro Médico Pasquali & Asociados pone a tu disposición un equipo profesional de gran experiencia en Ginecología, respaldado por unas instalaciones dotadas del equipamiento más moderno. Contamos con acuerdos con centros médicos de la zona para, en caso necesario, disponer de quirófano o de hospitalización; es ese caso, nuestro equipo de administración se ocupa de todos los trámites. Consúltenos. Citas: telefónica al 877 977 878, WhatsApp al 637 661 208 y online en APP Web PacienteCMPA.